Aunque no nos hayan educado para querernos, nuestra vida es un buen reflejo de cuánto y cómo de saludable es nuestra autoestima. Cuando el amor propio es el necesario nuestra vida fluye, y podemos experimentar momentos de felicidad, si en nuestra vida hay sufrimiento, sacrificio y autoexigencia, nuestra autoestima será la víctima e intentaremos desesperadamente exigirnos más internamente para compensar la pérdida de control externa.
[ez-toc]
Cuando vivimos momentos difíciles en el exterior, solemos intentar compensar la incomodidad con esfuerzos internos para generar más éxito, logros que compensen o consuelen lo que no pudimos evitar que sucediera. La autoestima se deteriora cuando después de una ruptura las personas se obsesionan con su aspecto físico, bajar de peso, realizarse operaciones estéticas, etc. Rara vez algo que se quiere controlar dentro consula la falta de control en el exterior.
¿Qué es realmente la autoestima?
Si crees que tener amor propio implica ser egoísta, la vida te demostrará cómo otros son egoístas contigo por no haberte dado tú todo el valor y el afecto que mereces y necesitas.
Justamente es al contrato, cuanto más amor propio tengas, menos dependerás o necesitarás del amor de otros, y menos posibilidades de ser egoísta tendrás.
¿Cómo sé si me quiero realmente para tener una buena autoestima?
Habría que explicar que quererse y consentirse no es lo mismo. Hay personas que creen que quererse es permitirse gastar dinero en caprichos, ser tajante con sus deseos u opiniones, o tener muchas actividades de su agrado a lo largo del día. Todo esto no está mal, pero si no hay más, es ser caprichoso/a, nada que ver con quererse de verdad. Entonces…
¿Cómo mejorar la autoestima? 9 Preguntas para aprender a quererte más:
- ¿Te acuerdas de valorar tus méritos? La mayoría de las veces, damos por hecho que deberíamos de hacerlo todo bien y a la primera, y no es verdad.
- ¿Te das prioridad en tus decisiones? Vivir buscando la felicidad ajena, es caminar con un zanahoria colgada de un palo. Quita a los intermediarios y empieza a ser el/la protagonista de tu vida.
- ¿Tienes paciencia para dejar que tus cambios vayan a tu ritmo? Nada más darte cuenta de que algo es mejorable, o que sería beneficioso para ti cambiarlo, no puedes exigirte el cambio de inmediato. Todo tiene su tiempo.
- ¿Buscas tu paz interior, antes que el agrado del otros/as? Evitar que otros sufran a costa de tu sufrimiento es hacerte daño dos veces, porque tarde o temprano sentirás que estás desperdiciando tu vida, si no la vives desde tu propia paz.
- ¿Te permites tener días menos buenos? Estar Zen es maravilloso, y en esos momentos es fácil quererse, pero el día que todo te sienta mal, que tomas decisiones menos acertadas, ¿Ese día también te acuerdas de quererte?
- ¿Sacas lo mejor de ti delante del espejo? Quererte implica ser capaz de mirar tu exterior y encontrar paz en la imagen que te devuelve el espejo.
- ¿Eres realista con tus propias expectativas? Ponerte metas difícilmente superables o no terminar nunca de exigirte, es lo contrario a quererse.
- ¿Tienes una mirada amable hacia tu pasado? Lo que sabes hoy, no tenías porqué saberlo ayer. Angustiarse por ser consciente hoy de lo que no pudiste ver ayer, es como enojarse por saber hoy el numero de la lotería de ayer. Cada cosa tiene su tiempo.
- ¿Ves con positividad tus posibilidades futuras? Diseñar un futuro en el que puedas conseguir aquello que realmente te haga feliz, paso a paso, centrándote en lo que ya tienes y dejando a un lado lo que aún no ha aparecido.
Primer paso para mejorar la autoestima: aceptarse.
Y lo último pero no menos importante ¿Te hablas a ti mismo/a con cariño?
Hablarte con amor y con dulzura es lo que conseguirá tus mejores resultados mañana, ¿Cuándo fue la última vez que conseguiste más de los demás por hablarles con agresividad o reprendiendo? Como funciona fuera, funciona dentro, porque se cazan más moscas con miel que con vinagre. Todo lo que te aleja hoy de aceptarte al cien por cien, es lo que intentarás cubrir con elementos externos: el amor de los demás, una pareja, una afición, la popularidad, el poder, el dinero, etc.
Todo lo que te impide aceptarte hoy sólo te hace más dependiente ,y más infeliz. No hay nada real que te impida llegar a la plena aceptación de quien eres. Son las creencias falsas de superioridad, de auto-exigencia, etc., las que, lejos de llevarte al éxito, te llevan a un profundo desengaño de la vida y a la frustración.
Tú también puedes quererte más y mejor, mejorando tu autoestima con las herramientas que descubrirás en:
Mira lo que están opinando otras personas de mis herramientas terapéuticas: