El síndrome de Maratón se inspira en el mito griego de Maratón, en el que un soldado llamado Filípides corrió desde la ciudad de Maratón hasta Atenas durante 42 kilómetros para avisar de que habían ganado la guerra, y después se desplomó muriendo de agotamiento. Y la pregunta sería ¿Porque no se paró al menos a recuperar el aliento un par de veces por el camino? ¿Tanto se iba a perder en Grecia si llegaba 20 minutos más tarde pero con un poco de alimento?
Aunque el mito de Maratón fuese propaganda militar Griega, desde la perspectiva del reclutador de recursos humanos esto es un desperdicio, un activo quemado, capaz de una gran tarea pero gestionado como si no tuviera valor. Lo triste es que este soldado de fábula está hoy más vivo que nunca en la sociedad moderna, y se encuentra a diario en las consultas de Bioneuroemoción.
Aquí dejo un episodio muy ameno del podcast de Nieves Conconstrina en la cadena Ser donde saber más del pobre Filipedes y de la historia de los maratones.
Filípedes podría haberse parado a descansar, y tú también
La autoexigencia generada por lo que podríamos llamar «Hiper-responsabilidad» no se para a disfrutar los éxitos conseguidos. El síndrome de Maratón representa aquellas personas que tras terminar un proyecto, una idea, o una tarea, inician la siguiente, convirtiendo la meta de la primera hazaña en la línea de salida de la siguiente, sin saber cómo parar y sin recoger la satisfacción esperada al conseguir dichas metas.
¿Cómo saber si soy hiper-responsable?
Es posible que tengas las zapatillas de correr de nuestro amigo Maratón (Se llamaba Filípides supuestamente) si te identificas con bastantes de los siguientes puntos:
- En el trabajo sueles ser de las primeras personas en llegar y de las últimas en salir.
- Si tienes alguna tarea pendiente puedes relegar tus necesidades a segundo plano, como saltarte una comida, no acostarte hasta haber terminado, comer rápido o de pie, etc.
- Tu mente suele ir revolucionada, con varias tareas a la vez y además te has acostumbrado a no centrarte sólo en la que se puede gestionar en el momento presente.
- La mayoría de tus pensamientos son del pasado (cosas que hoy harías de otra forma) o del futuro (planes para que no se repitan «errores» pasados).
- Tienes tendencia a querer resolver las situaciones antes de que lleguen, lo que te genera ansiedad anticipatoria.
- «Los problemas de mi vecino son mis problemas». Si te queda algo de tiempo y energía mental, te encargarás también de los dramas ajenos, por lo que acabarás con una corte de dependientes que siempre te traerán sus problemas, como los adolescentes llevan la ropa sucia a casa de sus padres los fines de semana.
- Tratas por todos los medios de amortiguar las posibles consecuencias negativas que tengan para otros las decisiones que tomas, o incluso las que toman ellos mismos.
- Tienes una lista mental de tareas para gestionar, y frecuentemente se repasa en la noche haciendo que te cueste más conciliar el sueño.
- Te levantas sin necesidad de despertador incluso los días de descanso.
- Tienes muy claro «cómo deberían de ser las cosas» y te frustra que rara vez salgan así.
- Los periodos de inactividad te producen desagrado «estar sin hacer nada no es para ti«.
Si te identificas con 6 o más de los puntos anteriores seguramente seas del grupo de los hiper-responsables, pero ¿Sabes por qué has llegado a estar en este grupo?
¿Cómo se llega a ser hiper-responsables?
Hay personas que se identifican más con el control y otras con la anarquía. Pero el hiper-responsable no hace, se hace.
Como en otros muchos casos, todo empieza en la infancia. El niño que no es reforzado o valorado entre tareas, se acostumbrará a estar siempre atento a la próxima petición del entorno, «siempre con las zapatillas puestas listo para salir corriendo»
Entre los antecedentes en la infancia que predisponen a ser una persona hiper-responsable podemos encontrar:
- Falta de recompensas al finalizar una tarea. A los niños se les debe reconocer la finalización de un proceso (estudio, tarea doméstica, auto-cuidado, etc) para que puedan desconectar y sentirse reconfortados. Los mejores refuerzos para un niño serán por orden: Una muestra de afecto, el reconocimiento de una capacidad, tiempo libre de juego o relajación, y en último lugar recompensas materiales (nunca cosas dulces o azúcares).
- Castigos, reproches, amenazas e incluso violencia hacia el menor, si éste no hacía las tareas como los adultos esperaban. Lo que desencadena un proceso de huida hacia delante a través de la resolución permanente de tareas en el futuro, como forma de evitar más violencia.
- Padres y madres alienados de los cuidados de sus hijos, lo que produce por supervivencia la llamada parentalización. (Más sobre la parentalización) https://www.anamariaruiza.com/parentalizacion-madurar-demasiado-pronto/
- Padres y madres que se lamentan a sus hijos de sus problemas, haciendo que sea el menor el que se convierte en el «padre psicológico» de sus progenitores.
- Insultos o descalificativos hacia el menor, resaltando lo que no hace bien y dando por supuesto que tiene la obligación de hacer bien lo que si es capaz de hacer por sí mismo.
- Padres ausentes o que sólo se comunicaban con sus hijos cuando estos realizaban a su gusto algún tipo de tarea (una calificación de excelencia en la escuela, un resultado deportivo, ganar algún tipo de concurso, etc.)
¿Cómo se sale de la hiper-responsabilidad?
Es una actitud adoptada en la infancia como forma de supervivencia, pero que a la larga produce ansiedad e insatisfacción permanente.
Párate a ver lo que has conseguido hasta ahora, ¿Qué cosas no sabías hacer hace 10 años? ¿Qué has ido perfeccionando a lo largo del tiempo? ¿Cuáles son las cosas de tu vida que realmente te aportan paz?
Acostúmbrate a pararte el tiempo suficiente entre tarea y tarea para poder reconocerte lo conseguido, y premiarte con aquellas cosas que te aportan paz (no con azúcar que es un estimulante que sólo te aporta más ansiedad)
Detrás del síndrome de Maratón o de la hiper-responsabilidad hay un niño interior que está esperando a ser reconocido y valorado. Si quieres aprender a realizar el trabajo en profundidad para sanar a tu niño interior, aquí encontrarás la formación SANANDO AL NIÑO INETIOR, o si lo prefieres puedes tener tu cita individual.
Mira lo que están opinando otras personas de mis herramientas terapéuticas:
Una respuesta a «Síndrome de Maratón o Hiperresponsable: Porqué nunca te sientes suficiente»
Pues vale que me a gustado mucho tu pagina y que eres muy buena Psicologa Terapeuta que te as olvidado de mi XD y que te quiero mucho besazo la Toñi