Diferenciar entre esfuerzo y sufrimiento nos ayuda a ver qué es lo que nos importa o lo que puede estar obsesionandonos de manera peligrosa.
Donde hay esfuerzo hay una intención de potenciar lo que ya hay, como regar una flor, donde hay sacrificio existe la necesidad de ser otra cosa diferente a la que se es realmente, como sembrar rosas en el desierto.
El esfuerzo se puede mantener a largo plazo, el sacrificio no, porque implica sufrimiento y termina antes o después con la motivación por el cambio del que sufre o se sacrifica.

Pensar que lo importante tiene que ser difícil y por tanto implicar sacrificio es una distorsión cognitiva por falta de autoestima. Lo importante es aquello que nos acerca a quienes somos, a lo que sabe nuestro instinto, a nuestro auténtico ser.
Lo difícil es aquello en lo que ya no fluimos, dónde el miedo a la perdida o a que nunca se consiga lo satura todo con sufrimiento. Pero tendemos a centrarnos en lo que es difícil, porque le damos la importancia que no tiene realmente.

El sol es el elemento más importante para la vida, pero como sale todos los días no le damos la importancia real que tiene. Es un ejemplo más de cómo la mente se obsesiona con cosas por su dificultad, y no por su importancia.

Cómo si en la escuela tuviéramos que resolver un problema de matemáticas muy complejo, y nos obligásemos a resolverlo antes de poder salir a jugar en el recreo, día tras día, año tras año. Hasta que justifiquemos nuestro desánimo por no haber podido resolver el problema, cuando realmente, fue el tiempo sin disfrutar lo que nos fue apagando poco a poco.
El tiempo que se vive anhelando lo que no se tiene, genera un sufrimiento que no se va ha compensar cuando se consiga lo anhelado, porque conseguiremos cosas, o situaciones, pero jamás conseguiremos más tiempo de vida, el tiempo perdido no volverá y se habrá desperdiciado sufriendo.
Lo importante es aquello que viene desde dentro, lo que permanece a lo largo del tiempo, que no necesita sacrificios.

¿Por qué no encuentro pareja? Porque le has dado tanta importancia al hecho de tener pareja, que mientras no la tienes sientes que vales menos o que nunca la tendrás.
¿Por qué no consigo trabajo? Porque te has dicho que sin trabajo no podrás sobrevivir, cuando lo que necesitas para conseguirlo es creen en ti. Seguro que conoces a alguien que consiguió su trabajo por su personalidad magnética, y no tanto por su preparación.
¿Por qué no tengo hijos/as? Porque te has olvidado de ti, te has centrado tanto en la fertilidad que se te han olvidado las otras cuestiones de tu vida que te hacían feliz.
¿A qué le estás dando más importancia de la que tiene por su dificultad?
- A lo que te estás diciendo que te dará la felicidad cuando esté, pero ahora su ausencia te produce sufrimiento.
- Le das más importancia a lo que hace más tiempo que tienes miedo de que nunca suceda.
- Le das más importancia a lo que has intentado y no ha salido hasta ahora (porque crees que nunca sucederá, no porque sea imposible)
- Le das más importancia a lo que no depende directamente y únicamente de ti, pero que si utilizas cómo una forma de valorarte. (Tu economía, tu imagen, tu salud, etc)
Si quieres desbloquear tu vida mientras cambias el sacrificio por amor propio puedes conseguirlo aquí:
Mira lo que están opinando otras personas de mis herramientas terapéuticas: